sábado, 31 de marzo de 2012

263.- Mirador del Tombo (Caín - León)



263.1.- Mirador del Tombo (Caín - León).

Solo ví un rebeco en mi vista a Caín, y fue este de color rojo y moldeado en hierro por José Luis Coomonte, un escultor zamorano, concretamente de Benavente. Los trabajadores de la obra y algún aldeano de Caín mi advirtieron que había muchos. Pero debían andar muy arriba, en las cumbres blancas de caliza y nieve. El Mirador del Tombo, situado en el Valle de Valdeón, más allá de Cardiñanes, fue inaugurado en 1964. Entonces supuso una gran alegría para la comarca, un hito, una gran inversión turística. Lo cierto es que desde entonces no han habido más. Desde arriba de una columna de bloques de piedra sin tallar ni pulir, el rebeco mira a quienes acceden al mirador como si quisiese incitarles a asomarse. Al fondo queda el desfiladero por el que el Río Cares atraviesa los Picos de Europa para poder precipitarse hacia la Cornisa Cantábrica, situada unos 1.500 metros más abajo.



263.2.- Mirador del Tombo (Caín - León).

El mirados se sitúa justo en la linde de la carretera, en una colina en mitad del valle que ofrece panorámicas hacia adelante y hacia atrás del sendero, con un farallón de piedra tapando su costado. El relieve es insospechadamente complicado. Al recorrer este primer tramo de la carretera a Caín desde Cardiñanes a uno le asaltaba la duda de si podría completarla. Aunque lo cierto es que siempre que venía un coche de frente, por complicada que fuera, siempre se acababa encontrando una solución. El moteado del liquen sobre la piedra caliza la hace parecer gneis o granito desde la distancia. Blanco que ha tornado al gris para poderse diferenciar de las nubes y no volar con ellas empujado por el viento. Abajo en el valle, a la izquierda en la imagen, un par de prados y una granja ganadera en una zona algo más llana le dan el contrapunto al paisaje y lo humanizan un tanto.



263.3.- Mirador del Tombo (Caín - León).

Por alguna razón los farallones de roca avanzan en paralelo y tienen casi filo. Probablemente fueron tallados así por el hielo cuando toda esta zona era un inmenso glaciar. No pretendo entender la lógica del hielo, ni sus costumbre, pero el resultado de su obra, si es que es ciertamente el responsable de lo que vemos, es magnífico. Las nubes parecen rasgarse con el filo de las montañas y una bruma de lluvia cae y se deposita mansamente sobre el valle, sobre las piedras y los árboles, como el polvo sobre los muebles de en una casona vieja. Regueros de árboles delatan la líneas de drenaje del terreno existente entre las paredes paredes calizas. Es un paisaje desproporcionado, hecho a la medida de gigantes.



263.4.- Mirador del Tombo (Caín - León).

El censo de parejas de buitre leonado (Gyps fulvus) es de 95. Se mantiene en esa cifra porque con una mayor posiblemente se incurriría a superpoblación. Me pregunto si en estos farallones habrá algún nido. Sería un lugar ideal, cerca de ambas vertientes, aunque supongo que la leonesa ofrece menos posibilidades al estar peor organizada la ganadería. Este ave se alimenta de las cabezas de ganado que mueren. Por lo visto hay tan abundancia de alimento que se han tratado casos de empacho en algunos individuos. Otra especie que ha entrado en el Parque Natural es el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Estas dos rapaces carroñeras podrían ser inquilinas de los macizos rocosos que se ven en la imagen y no cabían en una sola foto, por lo que tuve que hacer un montaje con las dos anteriores. parece ser que la garganta del río Cares es una zona de gran abundancia de buitres. Algunos vimos sobrevolar las obras de la carretera Cardiñanes-Caín, pero es una ave que cubre mucha distancia en sus desplazamientos diarios y verla no implica que habite en uan determinada zona, Sin ir más lejos, en Madrid se la puede ver a veces sobrevolando muy alto la ciudad. Cuando removieron los lodos del Río Manzanares durante el soterramiento de la M-30 se llegaron a ver concentraciones notables de individuos trazando círculos sobre la urbe. A saber que es lo que vieron o creyeron ver desde allí arriba.



263.5.- Mirador del Tombo (Caín - León).

Podríamos situar aquí el arranque del camino a Caín desde Cardiñanes. El desfiladero se va estrechando poco a poco hasta que el río ocupa prácticamente todo el espacio disponible en el valle, con un tramo ya cercano al final en que la plataforma de la carretera antigua hubo de ser excavada en parte en la propia roca. No es raro que los musulmanes pararán su avance en esta zona durante la conquista de la Península. Un lugar como este es perfecto para una emboscada. Un ejército debería cruzarlo con una estrecha columna y quizás el riego fuera excesivo para lo que ellos consideraban poca recompensa, las tierras feraces del norte, poco propicias para la agricultura. Lloviendo en pleno agosto. La imagen neblinosa y el carácter sombrío del día da una idea de lo que puede esperarse en el techo de León. Apuesto que esta garganta rocosa se corta por la nieve y el hielo casi todos los inviernos.

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