miércoles, 9 de noviembre de 2011

216.- Río Grande a la altura de Baio (Vimianzo - La Coruña)



216.1.- Río Grande a la altura de Baio (Vimianzo - La Coruña).

Algo ha de significar un río verde, una senda que avanza y tiene el color de la esperanza. Mirar fotos antiguas trae la ilusión de que son mensajes hacia el futuro, que uno lee en el presente correcto, con la mirada ávida de captar señales que expliquen las cosas o las anuncien. Un río verde, de superficie casi sólida y que parece poder caminarse necesariamente ha de ser uno de esos mensajes. Caminar juntos, porque se trata de un río ancho, calmo, soñoliento, que sueña su curso a medida que lo recorre, como hacemos nosotros. Caminar de la mano y hollar sobre las algas que se nutren de agua dulce. Como leer en los posos de te, en las líneas de la mano del tiempo, mirar fotos es verte explicada en cada viaje que realicé solo.



216.2.- Río Grande a la altura de Baio (Vimianzo - La Coruña).

Un río verde. Ya se que no es tu color. Otro día pintaré tu mundo de naranja, malva o azul marino. Ahora déjame que te enseñe el mío, como era antes de que llegaras con tus tonalidades y tus estados de ánimo. El río parece un prado repleto de charcos. Bastaría con unas botas de aguas para caminarlo sin riesgo, ser capaz de no hundirse en el espejismo. Tu mundo y el mío son realidades discutibles. Un mundo que nos tuviese a ambos al tiempo es una fantasía por la que apuesto todo mi resto. Un viaje a Galicia sería como encontrar un segundo universo alternativo, lejos del peso de las horas vanas pero que llenan nuestros días de tedio y tareas molestas, lejos del peso de las cosas cotidianas que forman barricadas de cachivahes que dificultan nuestros encuentros.



216.3.- Río Grande a la altura de O Mosquerín (Vimianzo - La Coruña).

¿Y de que plantas está compuesta esta maraña de vegetación? Mirando las imágenes creo detectar flores blancas de cinco pétalos en la primera de ellas. Sería indicio de la presencia de ranúnculos acuáticos (Ranunculus aquatilis), especie que cuenta con hojas sumergidas y también flotantes, de distinta forma, siendo las segundas como tréboles. Se trata de una especie adaptada al frío, propio de Galicia, capaz incluso de soportar las heladas, más factible en las aguas estancadas, en charcas y lagunas, aunque no puede descartarse que aparezca en los ríos. Otra especie sospechosa de exhibir las flores blancas es la hierba de agua o cancel de las ninfas (Ranunculus peltatus), más propia de climas mediterráneos, aunque está presente en toda la península. En todo caso, distinguir estas dos especies, y a los tropecientos tipos de ranúnculos existentes es una tarea de expertos, por lo que lo más sensato es suponer que se trata de las especies más comunes dentro género con flores de ese color, siendo éstas las dos indicadas. Una tercera opción para explicar las marañas que afloran más que las zonas que parecen tapizadas con una fina película verde es la espiga de agua (Potagemon polygonifolius), con hojas ovaladas y flores en pequeñas espigas.

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