viernes, 15 de julio de 2011

154.- Balsa de riego naturalizada en el Sector Loma de la Calera (Murcia)



154.- Balsa de riego naturalizada en el Sector Loma de la Calera (Murcia).

En el Sector Loma de la Calera de la Comunidad de Regantes de Blanca encontré esta balsa de riego naturalizada. Digamos que una balsa no deja de ser un depósito sin cubrir, una gran piscina. Con el suelo impermeabilizado para evitar fugas al subsuelo al menos, ya que la evaporación será inevitable. En el caso de que la balsa quede en desuso, quizás por fisuras que la hacen poco útil, por abandono de los cultivos que abastece y se ve invadida por la vegetación, reclamada su ubicación por la naturaleza por así decir, entonces se la considera una balsa naturalizada. A veces se potencia incluso su creación. No deja de ser un humedal, apto para su utilización por anátidas y otras especies de avifauna ligadas al agua. Incluso las que están en servicio son utilizadas por las aves como lugar de descanso en sus migraciones. No solo en Murcia, en las que no han sido pocas las veces en las que al acercarme a una balsa alejada he visto volar patos y garzas, sino en otras provincias. En las de león, por ejemplo, cerca de Benavente, había somormujos y patos. A las aves les da igual el origen de la charca. Les vale una laguna natural o un río, o también un embalse o una balsa de riego. La mejora que supone que están naturalizadas es que incluso las parejas podrán reproducirse en ellas. Los nidos se crearán entre la vegetación acuática, ocultándolos de sus potenciales enemigos, devoradores de huevos o predadores de las cría o progenitores. Puede decirse que las balsas de riego mejoran el entorno desde el punto de vista ambiental. Y su impacto paisajístico es como el de cualquier elemento, discutible, sujeto a gustos. En resumidas cuentas: todo ese desorden de carrizos y gramíneas es posible que convenza a alguna pareja de anátidas para que traigan a su prole de ese año ahí mismo. Su potenciación, la plantación de vegetación acuática en sus márgenes, es una posible medida ambiental en cualquier lugar de la huerta murciana. Además a bajo coste.

Para los que les guste cuadrar las cosas, ubicarse en los mapas, decirles que la montaña de cúspide truncada que se ve al fondo y a la izquierda es la situada en Venta de Jerónima, desde donde se tomaron las imágenes de la entrada anterior. La siguiente cima puede verse en una de esas imágenes, pudiendo ser perfectamente identificada por su forma. Cuando vi por primera vez esa cima me chocó que existiera un depósito en lo alto. Es lo lógico por lo que ya se apunto anteriormente. Pero no deja de ser chocante ver una elevación en mitad de la llanura, con una empinada carretera para acceder a su cima, y en ésta última un enorme depósito. Cosas de Murcia. Que creo que la hacen diferente.

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